- El CBD es legal, pero sólo si procede del cáñamo
Para cualquier persona que no esté familiarizada con el CBD, puede llegar a parecer extraño que algo que provenga del cannabis llame tanto la atención y sea tan aceptado en todos los Estados Unidos. Tras la aprobación de la Ley Agrícola de 2018, el CBD derivado del cáñamo industrial, cannabis con menos de 0,3% de THC, no es una sustancia controlada por la ley federal.
El CBD procedente de la marihuana o del cáñamo con más del 0,3% de THC sigue considerándose ilegal a nivel federal, pero es legal en los estados donde se permite el cannabis medicinal y de uso recreativo. Sin embargo, las leyes varían significativamente de un estado a otro, por lo que es mejor comprobarlo. Por ejemplo, Idaho y Dakota del Sur todavía consideran ilegal el CBD.
- El CBD es psicoactivo, pero no es intoxicante
Uno de los principales argumentos para comercializar CBD es que es un cannabinoide terapéutico y no es psicoactivo, a diferencia del extraordinariamente psicoactivo THC. Aunque se suele leer esta información sobre el CBD, no es correcto decir que el CBD carece de efectos psicoactivos.
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El CBD es psicoactivo en el sentido de que afecta directamente a los procesos mentales de la cognición y del estado de ánimo. El efecto psicoactivo más conocido del CBD es la sensación de calma que a menudo se asocia con el cannabinoide. Sin embargo, el CBD no es intoxicante, lo que significa que no produce el «subidón» del THC. El THC también es psicoactivo, pero debido a que sus efectos pueden dejar a lxs consumidores temporalmente deteriorados, es considerado intoxicante. Las cualidades no intoxicantes del CBD son las que hacen que algunas personas lo consideren un cannabinoide «no psicoactivo».
- El CBD suele funcionar mejor con otros compuestos del cannabis
Un estudio de 2015 de la Universidad Hebrea de Israel documentó la potencia medicinal del extracto de una sola molécula de CBD frente a la de un extracto de la planta entera. El extracto de una sola molécula es un extracto aislado de un solo compuesto, como el CBD. Un extracto de planta entera conserva esencialmente el perfil completo de cannabinoides y terpenos de la planta original.
El estudio concluyó que el extracto de la planta entera, rico en CBD, tenía un valor terapéutico superior al del extracto de una sola molécula de CBD. Aunque puede haber casos, dependiendo de la condición y de las restricciones físicas de unx paciente individual, un producto de planta entera con alto contenido de CBD tiene la ventaja de trabajar en conjunto con otros cannabinoides y terpenos potencialmente terapéuticos. Esta relación sinérgica se conoce comúnmente como el efecto séquito. Por ejemplo, algunos estudios han demostrado la eficacia del CBD a la hora de minimizar los efectos indeseables del THC, incluyendo la paranoia y el deterioro cognitivo.
- El CBD interactúa con varios sistemas del cuerpo
Una de las principales explicaciones de la amplia gama de beneficios potenciales del CBD es la compleja forma en que interactúa con nuestro cuerpo, en particular a través del sistema endocannabinoide (ECS). Este es un sistema interno formado por los endocannabinoides, los receptores a los que se unen los cannabinoides, y las enzimas que los descomponen. El CBD y otros fitocannabinoides, los cannabinoides producidos por la planta de cannabis, se unen a los receptores cannabinoides cuando entran en el cuerpo y provocan una amplia gama de efectos, dependiendo de los receptores que activen.
Las investigaciones sugieren que el CBD puede reducir la absorción del endocannabinoide del cuerpo anandamida, que regula el dolor, lo que podría conducir a un alivio del dolor. También se ha demostrado que el CBD reduce los ataques epilépticos al inhibir la liberación de neurotransmisores.
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El CBD también provoca respuestas terapéuticas a través de vías no relacionadas con los receptores del ECS. Por ejemplo, el CBD puede activar el receptor de serotonina 5-HT1A en ratones, lo que lo hace potencialmente útil para tratar la depresión y la ansiedad. También puede suprimir el dolor crónico y la inflamación al dirigirse a los receptores de glicina alfa-3, según investigaciones realizadas en roedores.
